La “Hermandad de Nuestra Señora la Virgen de los Remedios”,
con motivo de la que se ha dado en llamar “FIESTA DEL RAYO”, el 29 de mayo de 1994, reeditó un artículo que
José Torres Alba publicó
inicialmente en la “revista” Cuadros Retrospectivos de una Devoción Popular,
en 1934, pues bién, "ni la buena voluntad, ni el afán por la exaltación de la
religiosidad personal, ni cualquier otra cuestión del tipo que sea, pueden
justificar, al menos desde mi punto de
vista, el poco rigor que algunos se permiten a la hora de narrar hechos históricos.
Hay ocasiones en que lo contado contiene tal cantidad de errores, falsedades o
imprecisiones que puede dar la impresión de que se nos quiere engañar y no que sea
simplemente por la osadía de la ignorancia.
Aunque este no sea el caso, la verdad es que lo narrado por
el Sr. Torres Alba sobre la caída del rayo en la “Iglesia de La Villa” , en sus “Cuadros
retrospectivos” contiene una sarta de errores, que a los lectores de buena
voluntad que se crean lo que cuenta los llevará a una realidad muy distinta, si
bien el hecho fundamental es acertado ya que, en efecto, un 29 de mayo cayo un
rayo. Lo demás poco tiene que ver como
intento aclarar a continuación.
El primer error serio es el año, ya que no ocurrió en 1767, sino el año anterior, pero, aunque esto podría deberse
a un error tipográfico, inmediatamente podemos darnos cuenta de que no es el
único error. Nos dice que era domingo, cuando ni en un año ni en el otro fue
así. En 1766 cayó en jueves y, por tanto, en 1767 en viernes. Tampoco era
“domingo de infraoctava del Santísimo Corpus Christi”. En realidad fue el mismo día del “Corpus
Christi” mientras se celebraba la procesión.
No solo por estos datos puntuales (de fechas y calendario
religioso), sino por todo lo demás que describe, parece que se tratara de una
historia totalmente distinta a lo realmente ocurrido si tenemos en cuenta el
acta elaborada el día siguiente de ocurridos los hechos por las autoridades eclesiásticas
y civiles de la época, obtenida del folleto elaborado con motivo de la
conmemoración del 180 aniversario de los mismos y que se adjunta, como documento curioso y de gran valor histórico.
Otro dato a reseñar sería el que no hubo daños personales,
sin embargo si que ardió parte del retablo, extremo este al que tampoco se hace
referencia en el referido escrito.
Y por último me gustaría resaltar como los que se consideran
garantes y “perpetuadores” de las costumbres religiosas, en este caso, han ido
dando de lado a nuestra “ínclita Patrona” la “gloriosa Virgen y Mártir Santa
Bárbara” , que según se acordó en la citada reunión, también debería ser sacada
en procesión y a la que actualmente casi nadie recuerda ni reconoce como
Patrona.
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