miércoles, 11 de mayo de 2016

EL CEMENTERIO VIEJO

Cuando en Montefrío se habla de “Cementerio Viejo” normalmente se está haciendo referencia al que existió en el entorno de la Ermita del Carmen, a la que estuvo vinculado. Lo cierto es que se conoce con bastante precisión cuando se produjo su abandono a favor del actual cementerio municipal, pero no ocurre lo mismo con su inicio, del que solo pueden hacerse elucubraciones en función de otros acontecimientos.
Empezando por el final, el traslado definitivo al nuevo cementerio se formalizó por Real Decreto de su Majestad, según escrito del Ministerio de la Gobernación de fecha 4 de noviembre de 1895, tras un largo proceso iniciado dieciséis años antes (1879) por encontrarse ubicado en las inmediaciones del casco urbano lo que lo hacía especialmente perjudicial para la salud pública y tras haberse quedado muy pequeño para la población a la que tenía que atender (solo 1.242 metros cuadrados para una población de más de 10.000 almas)(1), independientemente de que en 1883 fue ampliado porque los  recursos del municipio no  permitían otra cosa. Esta ampliación no podía remediar el  mal sino solo atenuarlo en parte pues dejó en pie las malas condiciones de situación, y respecto a su extensión también resultaba insuficiente para cubrir las necesidades de la población. 
Probablemente fuera este hacinamiento y falta de espacio para la construcción de tumbas permanentes en esta época lo que llevó a las familias que podían permitírselo a solicitar se les concediera “un trozo de tajo del que existe en el cementerio en el cual se están haciendo sepulturas”  para excavar sepulcros a modo de nichos en la roca que lo delimitaba por el Sur.



  Antes de la existencia de este cementerio los enterramientos se llevaban a cabo en los alrededores e incluso en el interior de "La Iglesia de la Villa”, existiendo constancia de que en 1782 el osario estaba en los aljibes existentes en las inmediaciones de la misma. Según esto es lógico pensar que la Ermita del Carmen inicialmente no se ideó como ermita para el cementerio puesto que ya en 1710 (setenta y dos años antes), D. Bernabé García-Valdecasas en su testamento dejaba 50 ducados para que fuera ampliada por ser muy pequeña, siendo esta la primera referencia que se tiene sobre la misma y de lo que se deduce que, en todo caso, es anterior a esa fecha. No obstante en los años1800-1810 servía de panteón o cementerio, mandándose reparar por tal motivo. En cuanto al cementerio propiamente cabe pensar que estuvo en uso unos cien años aproximadamente sirviendo para dar sepultura a varios miles de montefrieños, en cuya etapa final pasó por un estado lamentable que quedó reflejado en los Libros de Actas Capitulares de la época y del que sólo han trascendido los nichos excavados en la roca y el sepulcro de Dª María Josefa Vega García-Valdecasas que todavía se conserva pegado a la ermita del Carmen.



(1). MANANTIAL -Revista de de la Asociación de Estudios Montefrieños nº 3, 2011- Los Cementerios de Montefrío