sábado, 28 de junio de 2014

MANIFESTACIÓN DE ESTUDIANTES - FEBRERO DE 1977

    Desde hace tiempo he querido hacer un resumen de lo que nos llevó, a los entonces alumnos del instituto de Montefrío, a organizar la que al final resultaría ser la primera manifestación, todavía ilegal, desde los tiempos de la segunda república. Si no lo había hecho antes era por el temor a narrar hechos apoyándome solamente en recuerdos, entendiendo que estos pueden jugarnos malas pasadas, ya que el paso de los años los puede desvirtuar o idealizar, llegando a magnificar situaciones puntuales mientras que borra otras que pudieron ser trascendentales. Si ahora me he decidido a ello ha sido porque, repasando antiguos papeles que han aparecido entre los libros que de aquellos años se guardaban en la casa en que me crié, he encontrado las notas que de mi puño y letra tomé en las reuniones preparatorias de la misma, así como la copia del escrito que presentamos en el Ayuntamiento tras dicha manifestación, mientras se llevaba a cabo una sentada a las puertas del mismo por parte de los alumnos del instituto.

      En febrero de 1977 la situación en nuestro instituto (entonces Sección Delegada del Instituto Padre Suárez de Granada) era insostenible para los que entonces éramos alumnos en este centro. A esas alturas del curso prácticamente no se habían dado clases ya que continuaba la huelga de profesores no numerarios, “penenes”, expresión esta que se había acuñado posiblemente con cierta intencionalidad para animar aún más a este colectivo a las movilizaciones, ya que ahondaba en la sensación de menosprecio que sentían. Pues bien, los alumnos, especialmente los que estudiábamos C.O.U., vivíamos con mucha incertidumbre esta situación ya que, de prolongarse, se podría perder el curso, cuestión muy grave sobre todo para los que no podíamos permitirnos perder la beca; ello implicaba directamente tener que dejar de estudiar y nos privaría de nuestro ansiado acceso a la universidad. Por otra parte no queríamos enfrentarnos a nuestros profesores, en su mayoría P.N.N.´s, fundamentalmente por lo que después nos pudiera repercutir por las posibles represalias, aunque algunos entendiéramos como verdaderamente justas sus reivindicaciones. Por nuestra parte, actuando con una madurez que ahora nos sorprendería en jóvenes de entre 16 y 17 años, intentábamos ir viendo la materia de las distintas asignaturas, asistiendo a clase sin los profesores y con la ayuda de los alumnos más aventajados avanzar en el temario de las mismas.

      Los profesores que estaban implicados en la problemática querían que el movimiento estudiantil los apoyara e hiciera fuerza para conseguir sus fines, por lo que, de forma confidencial y secreta como todo lo que se movía en relación a este asunto, a los que sabían que nos sentíamos mas ansiosos por la resolución del problema y además se nos estaba despertando la “conciencia de clase”, como a nosotros nos gustaba decir, nos informaron de que se planeaba una reunión de representantes de alumnos de los institutos de Granada y provincia en un colegio de los alrededores de la capital. Después de ver las notas creo que era en una residencia escolar de Cogollos Vega, pero no estoy seguro ya que la geografía del área metropolitana entonces era muy desconocida para mí y en dichas notas no se incluyó el lugar exacto por razones obvias. Este extremo me ha sido confirmado por la otra representante de nuestro centro, entonces compañera de clase, que también asistió a la reunión.

      Ya el sábado12 de febrero se había organizado una “convivencia”  en este lugar a la que asistimos  representantes de varios centros(1). En esta se dieron los primeros pasos para la elaboración de una “tabla reivindicativa” y se prepararon movilizaciones entre la que figuraba un “encierro” para la semana siguiente en una iglesia, que se llevó a cabo el día 18 en la iglesia de San Idelfonso.

      A la siguiente reunión, que fue el día 19, acudimos de forma también “clandestina” representantes de 17 centros de Granada y provincia(2). En ella se elaboró de forma consensuada por todos los asistentes una “tabla reivindicativa” cuyos ejes fundamentales eran nuestro derecho a la educación y el apoyo a las “justas reivindicaciones” de los P.N.N.’s, aunque también se le añadieron otras cuestiones entre las que estaban la tan trillada “supresión de la selectividad”, la “democratización de la enseñanza”, e incluso la supresión de las tasas universitarias.
      También se planearon los actos a realizar sucesivamente; no se podía improvisar y además era difícil organizarse ya que no se contaba con medios para contactar de forma fluida (no había móviles, y mucho menos internet ni redes sociales). Además todo estaba muy controlado y la sensación de miedo e inseguridad estaba fuertemente asentada ya que todavía seguía habiendo muertos por disparos de la policía o de grupos de ultraderecha en las distintas manifestaciones. (En septiembre de 1976 y en enero de 1977 habían muerto dos estudiantes por disparos mientras se manifestaban).
      A pesar de ello y como medida directa(3) se planeó que todos nos desplazaríamos hacia la iglesia granadina de San Idelfonso, para encerrarnos en la misma, pero las “orejas del régimen” fueron más rápidas y cuando llegamos la policía nacional estaba en las inmediaciones de la misma y nos impidió el acceso.
      También se decidió que en los días sucesivos, primero, se convocaría, cada uno en su centro, una reunión para explicar la situación y mostrar la “tabla reivindicativa” surgida de la que habíamos denominado “coordinadora de institutos”. La reunión, que no se podía organizar con antelación para que no fuera reventada, se convocó de forma improvisada, haciendo correr la voz de que nos veíamos en el gimnasio e invitando a la misma también al presidente de la Asociación de Padres de Alumnos y a los profesores. Estos quedaron sorprendidos del nivel organizativo que habíamos logrado en tan poco tiempo y agradecidos de nuestro apoyo, llegando a decir que estábamos más organizados y con las ideas más claras que ellos mismos.
      Después, si así se había decidido en estas reuniones, se planearía una manifestación desde los distintos institutos hasta los respectivos Ayuntamientos, a la puerta de los cuales se llevaría a cabo una sentada y ante los que se presentaría el documento con las reivindicaciones(4), con el ruego de su traslado a las autoridades civiles y académicas que correspondiera. Éramos conscientes de que este último punto era muy difícil de llevar a cabo puesto que era necesario que no hubiera filtraciones a las autoridades tratándose de un acto preparado con antelación. En algunos centros no hubo acuerdo para llevarlo a cabo, en otros la mañana de ese día (22 de febrero) el instituto estaba fuertemente vigilado por la Guardia Civil para que los alumnos no salieran de él, pero en el nuestro se pudo hacer según lo acordado,  a pesar de la incertidumbre que nos planteaba que la hija del teniente-jefe de línea de la Guardia Civil de Montefrío fuera compañera nuestra y estuviera al tanto de nuestras intenciones. Nunca supimos si es que supo permanecer callada o que su padre con buen criterio quisiera mirar para otro lado.

      Lo cierto es que, como habíamos planeado, nos presentamos a las puertas del Ayuntamiento con la pancarta que elaboramos al efecto y nuestro escrito firmado por cuarto alumnos que habían sido elegidos como representantes de los demás, a este solo efecto, en la reunión previa. Al poco de haber llegado y con el tiempo justo de haber dejado el escrito en la Secretaría del Ayuntamiento se presentó el sargento-comandante de puesto de la Guardia Civil acompañado de varios guardias. Arrebató de forma brusca la pancarta de las manos de los compañeros que la portaban y nos conminó enérgicamente a que nos fuéramos a nuestra casa si no queríamos complicaciones mayores. Como nuestro objetivo lo entendimos como cumplido punto por punto y la convocatoria era, en todo caso, para actos pacíficos nos dispersamos pero con la satisfacción interior de haber llevado a cabo lo que habíamos planificado con tanta incertidumbre e incluso miedo, pero sabiendo que era la primera manifestación reivindicativa llevada a cabo desde hacía muchísimos años, y por tanto la primera de la incipiente transición hacia la democracia, época en la que todavía no se habían legalizado la mayoría de los partidos políticos. Algunos compañeros, posiblemente los que portaban la pancarta y/o los que firmaban el escrito en representación de todos los demás, fueron llevados al cuartel de la Guardia Civil, dejándoles salir a las pocas horas tras haberles interrogado.


(1) – Almuñecar, Ave María, Chana, Churriana, Cogollos, Ganivet Diurno, Ganivet Nocturno, Loja, Montefrío, Motril Alto, Padre Manjón, Polígono y Suárez Diurno.
(2) – Alhama, Atarfe, Churriana, Cogollos, Juan XXIII, Ganivet, Loja, Montefrío, Motril Alto, Motril Bajo, Orgiva, Padre Manjón, Polígono, Santa Fe, Suárez Diurno, Suárez Nocturno y Virgen de Gracia.
(3) – Esto se decidió repentinamente a raíz de llegar la noticia del desalojo violento por parte de la policía de los compañeros encerrados desde el día anterior. También se elaboró de forma improvisada un documento de repulsa por este motivo y para solidarizarnos con ellos.
(4) – A continuación se inserta la copia del escrito presentado en el Ayuntamiento, con el sello del registro de entrada, en el que resulta curioso ver alguna de las peticiones planteadas, que a día de hoy podrían resultar increíbles para los que no vivieron aquella época y entre las que destacaría la de “Libertad de expresión” .


Felipe Jiménez Comino
Noviembre, 2012


Publicado inicalmente: 27-06-2014

domingo, 15 de junio de 2014

Fernando de los Ríos en Montefrío - 1914

   En abril de 1914, Fernando de los Ríos visitó Montefrío para dar una conferencia en la que, como era su costumbre, procuró ser didáctico empleando “las palabras más sentidas y las que mejor entendáis, pues es bueno que mi conferencia sea bien comprendida para que después podáis meditar sobre sus enseñanzas. Cualquier palabra o concepto que os parezca confuso, exponérmelo, para explicárselo hasta que lo entendáis”, añadiendo “este es el mismo sistema que utilizo con los alumnos de cátedra”.
    En el nº 196, 1919, páginas 9 y 10 de la “Revista España”, al respecto de esta conferencia, el propio Fernando de los Ríos relataba lo siguiente:


Publicado inicialmente: 15:06-2014

La Cruz del Jabonero


   - LA CRUZ DEL JABONERO, a pesar de tratarse  de una de las desaparecidas, ha seguido manteniéndose en el recuerdo de los vecinos de este municipio, posiblemente porque se ubicaba en las inmediaciones del casco urbano, en un paraje muy visitado por gentes de todas las edades; los ancianos en sus paseos, los niños en las excursiones organizadas por sus maestros, los jóvenes para jugar al fútbol en el llano de las llamadas “eras empedrás”  y hasta las mujeres que iban a lavar sus trapos al arroyo de Fuente Molina, que discurre bajo el cerro del jabonero, al abrigo de dicha cruz. También por ser lugar de paso obligado para dirigirse tanto a la extensa y antes muy poblada zona norte del término municipal, como para ir a los vecinos municipios de Alcalá la Real, Priego, Almedinilla etc., y cómo no, porque el paraje ha continuado llamándose “El Jabonero”.

   Si nos remitimos a lo descrito por distintos autores y a las características que en todo el país conforman o definen a las cruces de término o humilladeros, la Cruz del Jabonero de Montefrío, es sin lugar a dudas una de las de este tipo, fundamentalmente por las siguientes razones: a) Se sitúa en una de las principales entradas o salidas del pueblo, b) Está en la confluencia de dos caminos importantes (de Priego y Alcalá la Real) y c) Su fecha de construcción; posiblemente a finales del siglo XVI o principios del XVII, en cualquier caso anterior a 1752, ya que figura varias veces en la descripción de fincas en el “Catastro del Marqués de Ensanada”. Del mismo modo también figura la denominada “Cruz Gorda” en dicho “catastro”,  por lo que evidentemente no es la única de la que se tiene constancia escrita  en estas fechas,  en todo caso anterior a la mención que el capitán Vilchez hace de la primera en su testamento de 1754. El datar a estas cruces en época poco posterior a la Reconquista se justifica en la existencia de otras cruces similares del entorno que sí están datadas, como por ejemplo La “Cruz del Chiri”, que da nombre al “Cortijo de la Cruz”,  situado en la confluencia de las provincias de Granada, Jaén y Córdoba, en cuyo pie están talladas marcas propias de los mismísimos Reyes Católicos.

   La Cruz del Jabonero, al igual que la Cruz Gorda, también era octogonal aunque sin labrar y algo menor en tamaño. Se asentaba sobre una grada con sólo tres peldaños pero de mayor altura que los de ésta.

   No hay constancia de dato alguno que nos pueda indicar el motivo de su denominación, si bien como en otros casos, es muy probable que haya sido el propio paraje el que ha dado nombre a la cruz; que el paraje se denomine “el jabonero” lo justifica su aspecto, ya que  es de “color blanco sucio que tira a amarillento” que es como se define el color del toro jabonero o color “café con leche”.  En toda la geografía española existen otros parajes con este nombre, siendo el más famoso el existente en la localidad almeriense de Níjar, implicado en la obra de Federico García Lorca, Bodas de Sangre. También han existido otras cruces con esta denominación, concretamente en Baeza, cruz que da nombre a la actual calle Cruz del Jabonero de esta localidad.



   A la vista de las distintas fotos de la zona donde se ubicaba esta cruz, que obran en mi poder,  se puede comprobar que fue entre junio y octubre de 1967 cuando desapareció, toda vez que en el lugar que ocupaba se comenzaron a construir los primeros cimientos del instituto, inmediatamente abandonados y  realizados de nuevo unos metros más  atrás para dejar espacio suficiente a los accesos al mismo  y dar comunicación desde estos a la carretera de Alcalá la Real. Esta curiosa circunstancia ha hecho posible, sin ningún tipo de planificación, que  la ubicación de la actual cruz coincida exactamente con la de la original, si bien esta reciente reposición, indudablemente llena de buena voluntad y llevada a cabo de forma totalmente altruista,  no guarda en absoluto similitud con la original, ya que lo único que tiene en común es que efectivamente es una cruz, pero ni su forma, ni su tamaño, ni la proporción entre sus partes, ni su pedestal tienen nada que ver con la original, posiblemente por falta de un asesoramiento adecuado y fidedigno, llevado a cabo con pruebas documentales, especialmente fotográficas, y basado únicamente en conjeturas sustentadas en los recuerdos tocados y deformados por el paso del tiempo.

   Mas información sobre otras Cruces de Montefrio se puede consultar en el estudio que  inserté en la web del Ayuntamiento durante el año 2006, concretamente en el enlace siguiente:  http://www.montefrio.org/paginas/cruces.htm.

Publicado inicialmente: 14-06-2014

jueves, 12 de junio de 2014

Moneda Local


Publicado inicialmente: 14-06-2014

José Rodríguez Dampierre: Símbolo de la “resistencia anti-carlista” en Montefrío”



   Durante la primera guerra carlista, una de las expediciones más sonadas fue la protagonizada por el general de origen andaluz Miguel Gómez, cuyas tropas, en septiembre de 1836 llegaron a Andalucía, donde, entrando victoriosas en Córdoba, consiguieron tomar, entre otros, los relativamente próximos municipios de Priego , Baena y Alcaudete, este último el día 4 de octubre tras vencer a Escalante, presidente de la Junta de Málaga.


   Como reconocimiento a todos lo personajes que anónimamente han luchado por las libertades del pueblo, a continuación se inserta la transcripción literal de un informe que, algunos años después, elaboró el Ayuntamiento de Montefrío sobre la actuación del Juez que por aquellas fechas había recalado en Montefrío:
“El Ayuntamiento constitucional de esta villa en vista del oficio de Vs. fha. 3 del actual en el que se sirve pedir se le informe de los méritos y servicios que haya contraído en este Juzgado D. José Ramírez Dampierre a favor de las instituciones vigentes durante el tiempo que fue Juez de 1ª Instª de este Partido he de manifestarle: Que cuando las tristes circunstancias de esta Prova. en Sete. de 1836 alterando la tranquilidad y sosiego de los que nos hacía más necesaria en ellos la presencia de autoridades celosas, se encontró este partido judicial privado de persona que ejerciese sus funciones, gravitando estas sobre el Alcalde 1º, el que no siendo letrado y careciendo de persona que pudiese ser Asesor se veía a cada paso en un compromiso, infiriéndose grandes demoras en el curso de los negocios y teniéndose que distraerse de sus otras más que nunca urgentes atribuciones. En tal estado, a petición de varios patriotas la Junta directiva de Gobierno determino ordenar a la Audiencia territorial le propusiese ternar de personas idóneas a desempeñar otro cargo. D. José Ramírez Dampierre abogado de notorio crédito en el Ilustre Colegio de Granada obtuvo el 1er. Lugar para la vara de ascenso de Albuñol, y habiéndose concedido sin embargo por la junta al que ocupaba el 2º, se le nombró para esta por decreto de seis de Sete. posesionándose en ella el 16 del mismo. Cuando mil elementos de discordia alteraban la quietud y sosiego de este pueblo empleando cuantos medios pudieron sugerirle en celo y patriotismo logro aquietar los ánimos, restablecer el orden hacer respetar las autoridades y las Leyes. Invadido después el territorio por la facción de Gómez, cuando la Centralización a la Capital de la Prova. de Mozos, armas y caballos, privada esta villa de todos los medios de defensa sin arredrarle los peligros ni participar de los fundados temores que hacían a muchos ocultarse o huir promovió e influyó notablemente en la reunión del Ayuntamiento, Milicia Nl. y personas comprometidas y notables y sostuvo ante todos que el pueblo debía defenderse y no dejarse avasallar por los satélites del despotismo caso de que trataran de invadir esta villa que era muy probable hallándose la Facción de Gómez y Cabrera en Priego tres leguas de esta, a cuyo fin el sería el primero que cubriría el puesto más abandonado o peligroso, sacrificó sus particulares intereses cuando fue necesario, socorrió de una manera noble y generosa a los primeros heridos dispersos que de la división de Escalante, en el descalabro que sufrió en el Salado, término de Baena, que se presentaron en esta a las seis horas de haber sufrido la derrota, organizó comunicaciones con el General Alaix residente en Alcalá la Rl. Y de acuerdo con las demás autoridades se constituyeron apostaderos, se prestaba a todo genero de faenas y daba ejemplo poniéndose por si mismo a hacer cartuchos, en fin contribuyo eficazmente a generalizar el entusiasmo y por su conducta recibieron las autoridades de la provincia infinidad de importantes avisos de este modo se reanimo el espíritu público y se conjuró quizá la explosión que amenazaba destruirnos como en tantos otros pueblos del vecino reino de Córdoba, cuyos emigrados inundaban esta villa y recibían del dicho Juez la protección de una autoridad liberal, hasta mediaba la particular circunstancia de custodiarse en esta cárcel nacional tres reos de suma consideración parientes cercanos y compañeros en crímenes del cabecilla Juan Avilés que con la partida de treinta y tres latro-facciosos a caballo y con el decidido objeto de liberarlos y dar un golpe de mano aparecía y cruzaba permanentemente por estas inmediaciones hasta que las acertadas medidas adoptadas por el referido Juez cerca del Capitán General, yendo personalmente a Granada para conseguirlo ocasionaron la peligrosa pero muy conducente traslación de los mismos a la capital expresada, al propio tiempo y cuando al parecer el suyo le invertía en las principalísimas urgencias referidas, privándose hasta del mas preciso descanso, como tenía que suceder por fuerza daba velas curso a la multitud de causas y expedientes que con un retraso inmenso, hallo a su llegada en el Juzgado, logrando ponerse en poco tiempo al corriente que nada se estancaba sobre su mesa y todos hallaban pronta justicia sin que haya habido noticia de que el tribunal superior tuviere nunca que recurrirle ni refutarle en cosa alguna. Finalmente a virtud de haber S.M. nombrado propietario de este destino a D. Cayetano Navarro ceso el d. José Ramírez Dampierre en su desempeño, con gral. resentimiento dejando recuerdos honoríficos con todo el partido, de su patriotismo ilustración y virtudes, y una grata memoria a los amantes de las instituciones vigentes que con bastante frecuencia admiran y recuerdan sus actos de desprendimiento y liberalismo al par que observaba en todos ellos el más profundo respeto a la Ley. Todo lo que es cuanto a este Ayuntamiento puede en verdad informar a Vs acerca del informe pedido…..”

Publicado inicialmente: 11-06-2014

domingo, 8 de junio de 2014

LA FIESTA DEL RAYO

   La “Hermandad de Nuestra Señora la Virgen de los Remedios”, con motivo de la que se ha dado en llamar “FIESTA DEL RAYO”, el 29 de mayo de 1994, reeditó un artículo que José Torres Alba  publicó inicialmente en la “revista” Cuadros Retrospectivos de una Devoción Popular, en 1934, pues bién, "ni la buena voluntad, ni el afán por la exaltación de la religiosidad personal, ni cualquier otra cuestión del tipo que sea, pueden justificar, al menos desde mi punto de vista, el poco rigor que algunos se permiten a la hora de narrar hechos históricos. Hay ocasiones en que lo contado contiene tal cantidad de errores, falsedades o imprecisiones que puede dar la impresión de que se nos quiere engañar y no que sea simplemente por la osadía de la ignorancia. 

   Aunque este no sea el caso, la verdad es que lo narrado por el Sr. Torres Alba sobre la caída del rayo en la “Iglesia de La Villa” , en sus “Cuadros retrospectivos” contiene una sarta de errores, que a los lectores de buena voluntad que se crean lo que cuenta los llevará a una realidad muy distinta, si bien el hecho fundamental es acertado ya que, en efecto, un 29 de mayo cayo un rayo. Lo demás poco tiene que ver como intento aclarar a continuación.

   El primer error serio es el año, ya que no ocurrió en 1767, sino el año anterior, pero, aunque esto podría deberse a un error tipográfico, inmediatamente podemos darnos cuenta de que no es el único error. Nos dice que era domingo, cuando ni en un año ni en el otro fue así. En 1766 cayó en jueves y, por tanto, en 1767 en viernes. Tampoco era “domingo de infraoctava del Santísimo Corpus Christi”. En realidad fue el mismo día del “Corpus Christi” mientras se celebraba la procesión.

   No solo por estos datos puntuales (de fechas y calendario religioso), sino por todo lo demás que describe, parece que se tratara de una historia totalmente distinta a lo realmente ocurrido si tenemos en cuenta el acta elaborada el día siguiente de ocurridos los hechos por las autoridades eclesiásticas y civiles de la época, obtenida del folleto elaborado con motivo de la conmemoración del 180 aniversario de los mismos y que se adjunta, como documento curioso y de gran valor histórico.

   Otro dato a reseñar sería el que no hubo daños personales, sin embargo si que ardió parte del retablo, extremo este al que tampoco se hace referencia en el referido escrito.

   Y por último me gustaría resaltar como los que se consideran garantes y “perpetuadores” de las costumbres religiosas, en este caso, han ido dando de lado a nuestra “ínclita Patrona” la “gloriosa Virgen y Mártir Santa Bárbara” , que según se acordó en la citada reunión, también debería ser sacada en procesión y a la que actualmente casi nadie recuerda ni reconoce como Patrona.





 Publicado inicialmente: 08-06-2014