domingo, 12 de junio de 2016

ESCUDO HERÁLDICO MUNICIPAL DEL AYUNTAMIENTO DE MONTEFRÍO





        En la actualidad, prácticamente todos los municipios cuentan con su escudo heráldico que emplean como símbolo gráfico de su identidad. Esto es así gracias a los sucesivos intentos de las distintas administraciones, primero la estatal y más recientemente las autonómicas, para dotar a los ayuntamientos de escudo propio. En 1840 ya se instaba a ello mediante una Orden Ministerial del entonces Ministerio de la Gobernación. Posteriormente, en 1956, otra orden ministerial requería a los municipios la adopción o rehabilitación de símbolos y distintivos que permitieran su diferenciación. En Andalucía  la adopción, modificación, rehabilitación, uso y protección de los escudos heráldicos de las entidades locales se encuentran regulados por la Ley 6/2003, de 9 de octubre, al amparo de la cual se ha generalizado el uso de escudos heráldicos en los municipios andaluces.
      No obstante son pocos los casos en los que la adopción de escudo heráldico por parte de un municipio se remonta al inicio de esta costumbre que se supone en los siglos XIV y XV, mediante la Concesión Real de privilegios concretos a las Villas, en aplicación del derecho medieval1. Todo apunta a que este es el caso de Montefrío, puesto que según argumentan varios cronistas e historiadores, fue una concesión de los mismísimos Reyes Católicos2. Esto es perfectamente defendible ya que privilegios sí que le fueron concedidos desde su conquista -25 de junio de 1486-, incluso antes de la definitiva conquista del Reino de Granada, como el hecho de que sólo un año después pidieron al arzobispo de Sevilla para Juan de Segovia la colación del prioradgo de Santa María de la Encarnación de Montefrío, iglesia recién fundada por los mismos y dotada por la Reina de todo el material necesario para el culto (Cáliz, cruces de plata, libros, y quién sabe si hasta la mismísima imagen de la Virgen de los Remedios3). Del mismo modo, el 3 de abril de 1487 extendieron una carta por la que lo “eximían del pago de alcabalas, diezmos, aduanas,  herbaje en las dehesas comarcanas y otros impuestos a los que llevasen mantenimientos, porque la dicha villa mejor se pueble, e para las gentes que vinieren a la poblar…”; Con esto, entre otras cosas, se pretendía favorecer el impulso repoblador tan necesario para reiniciar el proceso productivo, a pesar de lo cual en su primera etapa prevaleció el carácter militar  de la población. Además, por merced concedida por los Reyes Católicos al consejo de Granada el 25 de mayo de 1492, Montefrío junto con otras villas, pasó a ser término y jurisdicción propio4.
      También, aunque en este caso solamente con Guadahortuna, Montejicar, Iznalloz, Colomera, Moclín e Illora fueron nombradas villas por los Reyes Católicos, dejando en sus fortalezas recién tomadas una guarnición y ordenando que estas siete villas pagaran un tributo para abastecimiento de la ciudad de Granada que acababa de ser tomada por lo que pasaron a considerarse como granero de la ciudad, formando parte de lo que se conoce como las “Siete Villas” dependientes de la corona concedidas a Granada5.
     El hecho de ser villa de posesión directa de la corona tendría una importante repercusión en el escudo heráldico que estamos estudiando.


      Este escudo ya fue descrito por Pascual Mádoz en su gran obra Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España (1848) y aparece en documentos oficiales del Ayuntamiento desde 1896. Es sin cuartelar y figura en el mismo, en campo de oro, o lo que es lo mismo con fondo en oro una torre o castillo en su color sobre una peña al natural de cuyas almenas salen los bustos de los Reyes Católicos también al natural. Al lado derecho de estas figuras centrales hay una “F” de gules y una pequeña torre al natural y al lado izquierdo una “Y” y un león rampante también de gules. 
      En el año de 1.970 siendo alcalde D. José Guzmán Coca, se inició un expediente para la rehabilitación del mismo con el máximo rigor y al amparo de la legislación vigente en ese momento, a fin de recoger en él, con adecuada simbología y conforme a las normas de la heráldica los hechos más relevantes de nuestra historia y para ser usado como sello para autorizar los documentos oficiales. 
El estudio realizado al respecto justificó perfectamente la inclusión en el mismo de una granada en punta (centro de la parte inferior del escudo) y de la corona real abierta al timbre (sobre el escudo). Por tanto el escudo con estas modificaciones y representado sobre un pergamino por decirse que fue así como lo entregaron los Reyes Católicos, quedo definitivamente aprobado por Decreto núm. 3380/1972, de 30 de noviembre de 1972, dictado a propuesta del Ministerio de la Gobernación.
La justificación de los distintos elementos heráldicos que componen este escudo sería la siguiente:  -El campo en oro denota majestad, poder gloria y riqueza.  -La torre o castillo en su color sobre una peña al natural de cuyas almenas salen los bustos de los Reyes Católicos también al natural, representa y recuerda la conquista de la fortaleza de Montefrío por los mismos. El castillo tiene las puertas cerradas y en su color por tratarse de un castillo fronterizo.  -Las iniciales son las de los Reyes Católicos y el pequeño castillo y el león de Castilla y León. El gules (color rojo en el esmalte) simboliza entre otros valores la sangre derramada en tan memorable contienda. -La granada simboliza la conquista de dicho reino en la que fue empresa destacada la toma de Montefrío y, por último, -Al timbre va la corona real abierta por ser Villa de posesión directa de la Corona y por ser esta la corona de los Reyes Católicos y de su escudo.

     Finalmente, sería interesante notar que nuestro escudo  tiene elementos de similitud con el escudo original de Granada en cuanto a la imagen de los Reyes Católicos, los castillos y leones y la granada, siendo este el más antiguo escudo de los que se conserva (desgraciadamente en mal estado) en un edificio de nuestro municipio, concretamente en el que llamamos Casa de Oficios  (que a su vez también tiene mucho paralelismo con la Lonja de Granada). Ello avala la posesión de esta villa por dicha ciudad.



1.- Según Vicente Cadenas, heraldista y antiguo cronista de armas.
2.- FELIPE LLOPIS PLANELL. Memoria-Informe sobre el Escudo Heráldico Municipal del Ayuntamiento de Montefrío. Doctor en historia que se apoya en el facsímil del escudo de armas concedido por los Reyes Católicos a Montefrío, recogido en una separata del Boletín de la Asociación de Amigos de los Castillos, núm. 44 (1964), que suscribe D. José Linares Palma.
3.- CHRIS McMANUS. Mano derecha, mano izquierda. (…en 1250 casi todos los cuadros tenían el niño en el brazo izquierdo, pero en los del período de 1450 a 1550, la mayoría lo tenían en el lado derecho de la Virgen. …implica la cambiante percepción que se tiene de la Virgen en la teología católica,… Según esto la talla podría datarse en una época totalmente compatible con lo que se apunta.)
4.- RAFAEL G. PEINADO SANTAELLA. Financiación de la guerra y señorialización del Reino de Granada: Montefrío y la Casa de Aguilar.
5.- El hecho de ostentar el “título” de villa ha llevado con el paso de los años a confundir esto con el lugar geográfico que en ese momento ocupaba la misma o con su elemento más representativo -La Iglesia de la Villa-.

miércoles, 11 de mayo de 2016

EL CEMENTERIO VIEJO

Cuando en Montefrío se habla de “Cementerio Viejo” normalmente se está haciendo referencia al que existió en el entorno de la Ermita del Carmen, a la que estuvo vinculado. Lo cierto es que se conoce con bastante precisión cuando se produjo su abandono a favor del actual cementerio municipal, pero no ocurre lo mismo con su inicio, del que solo pueden hacerse elucubraciones en función de otros acontecimientos.
Empezando por el final, el traslado definitivo al nuevo cementerio se formalizó por Real Decreto de su Majestad, según escrito del Ministerio de la Gobernación de fecha 4 de noviembre de 1895, tras un largo proceso iniciado dieciséis años antes (1879) por encontrarse ubicado en las inmediaciones del casco urbano lo que lo hacía especialmente perjudicial para la salud pública y tras haberse quedado muy pequeño para la población a la que tenía que atender (solo 1.242 metros cuadrados para una población de más de 10.000 almas)(1), independientemente de que en 1883 fue ampliado porque los  recursos del municipio no  permitían otra cosa. Esta ampliación no podía remediar el  mal sino solo atenuarlo en parte pues dejó en pie las malas condiciones de situación, y respecto a su extensión también resultaba insuficiente para cubrir las necesidades de la población. 
Probablemente fuera este hacinamiento y falta de espacio para la construcción de tumbas permanentes en esta época lo que llevó a las familias que podían permitírselo a solicitar se les concediera “un trozo de tajo del que existe en el cementerio en el cual se están haciendo sepulturas”  para excavar sepulcros a modo de nichos en la roca que lo delimitaba por el Sur.



  Antes de la existencia de este cementerio los enterramientos se llevaban a cabo en los alrededores e incluso en el interior de "La Iglesia de la Villa”, existiendo constancia de que en 1782 el osario estaba en los aljibes existentes en las inmediaciones de la misma. Según esto es lógico pensar que la Ermita del Carmen inicialmente no se ideó como ermita para el cementerio puesto que ya en 1710 (setenta y dos años antes), D. Bernabé García-Valdecasas en su testamento dejaba 50 ducados para que fuera ampliada por ser muy pequeña, siendo esta la primera referencia que se tiene sobre la misma y de lo que se deduce que, en todo caso, es anterior a esa fecha. No obstante en los años1800-1810 servía de panteón o cementerio, mandándose reparar por tal motivo. En cuanto al cementerio propiamente cabe pensar que estuvo en uso unos cien años aproximadamente sirviendo para dar sepultura a varios miles de montefrieños, en cuya etapa final pasó por un estado lamentable que quedó reflejado en los Libros de Actas Capitulares de la época y del que sólo han trascendido los nichos excavados en la roca y el sepulcro de Dª María Josefa Vega García-Valdecasas que todavía se conserva pegado a la ermita del Carmen.



(1). MANANTIAL -Revista de de la Asociación de Estudios Montefrieños nº 3, 2011- Los Cementerios de Montefrío